viernes, 9 de mayo de 2014

MEGALOMANA. Y NADA DE POESÍA.


Tu sangre sigue fluyendo
aquel oscuro rencor.
Hubo sólo una elegida
y esa vez, no  fuiste vos.

La hiel en tu boca soy
aunque el tiempo haya pasado
aún yo habiéndote obsequiado
a aquél que fue mi amor

 Si seguís  muy perseguida
por aquella decisión.
Donde no fuiste elegida
cuando ya eramos dos.

Olvidá! dormí tranquila.
Yo no tengo intención.
Aunque también te recuerdo
que no empuñé la traición.

Tu capricho fue aporreado,
y se te hace eternidad
 tu vida es un infierno...
¿Constante inseguridad?

¿Tu esnobismo no sosiega?
Tampoco el dinero lo logró.
No me rompas los ovarios
y hacé algo con tu escozor.

Porque tu resentimiento
aunque quieras esconderlo
arraigado y persistente,
las hilachas ya mostró.

La careta está caída.
Megalomana, ¡surgió!
Todos pueden observar
tu inconstante compulsión.

¿Tu esnobismo no sosiega?
Tampoco el dinero lo logró.
¡No me rompas los ovarios!
para todo hay solución,
pedite un turno al psiquiatra
¡Tratá tu perturbación!


Porque tu resentimiento
aunque quieras esconderlo
arraigado y persistente,
las hilachas ya mostró.