Muy pronto me voy a España
dejando mi primavera,
concentrándose mi origen
entre dos marcas de tierra.
Allí deseo encontrarme
por los céfiros cruzada
de mi memoria reciente
de mi historia más lejana.
Allí anhelo descubrirme
en un árbol transformada,
con sus raíces en tierra
con sus ramas orientadas.
Cumpliendo un sueño perdido
quiero estar allí sin luto,
el de tocar aquel suelo
con mis plantas al desnudo.
Asiré tu sueño al mío
y tuyos serán mis pies
para que acaricies la tierra
de tu "abuelito José".
Yo, seré la más feliz
escuchando tu suspiro.
Aunque todo sea un sueño,
sabré, estará cumplido.
A mi madre
14/08/2012
Como cuando el silencio es posible.
ResponderBorrarHola, Jorge. ¡Gracias por leer y comentar!...es encontrar el modo de que lo imposible, se transforme.
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