Intimamente Público. Dos palabras. Una contradicción interesante que sólo la comunicación global hizo posible que no parezcan tanto.
El lugar de donde escribo, íntimo, privado, solitario sólo con mi cerebro mutante generando ideas del mismo palo. Con un teclado que me permite plasmar instantes de actividad cerebral y sorprendentemente ese instante, que en otro tiempo se hubiese perdido "al instante" con el paso de los segundos, hoy puedo a través de un blog, expresarlos, hacer que cobren vida, perduren y convertirme de algún modo un ser íntimamente público.
El lugar de donde escribo, íntimo, privado, solitario sólo con mi cerebro mutante generando ideas del mismo palo. Con un teclado que me permite plasmar instantes de actividad cerebral y sorprendentemente ese instante, que en otro tiempo se hubiese perdido "al instante" con el paso de los segundos, hoy puedo a través de un blog, expresarlos, hacer que cobren vida, perduren y convertirme de algún modo un ser íntimamente público.