domingo, 18 de mayo de 2014

EL ENCUENTRO. ( Microcuento)

 Pedro, como lo indica su nombre, está firme como una roca sobre la silla del bar que frecuenta a diario. Mira por los ventanales el ajetreo de los demás, que van y vienen en un andar ligero, mientras lentamente  saborea su café y sus recuerdos.
 Sigue inmerso en ese matutino placer ocioso, irreemplazable. Pero hoy es diferente al resto de los días. Además de las distracciones externas, tiene de visita miles de imágenes. Algunas con detalles amplificados.  Su silueta, su rostro, su piel. Ahora lo recorren los recuerdos de su aroma. Se estremece y de pronto lo invaden las dudas del presente.
¿Cuánto habrá cambiado? - se pregunta, y sin poder contestarse continúa consigo mismo. Se inquieta al pensar si podrá rescatarla, debajo de la máscara del tiempo.
 De pronto lo asalta otro temor- ¿Y ella? ¿Podrá hacer lo mismo conmigo?.-
 Como puede, espanta su incertidumbre y a la vez se reafirma en la certeza, que todo saldrá bien. Muy bien, porque aquellos cuerpos jóvenes, ya perdidos, no tendrán el mismo valor que alguna vez tuvieron. Y vuelve a pensar aliviado que aquel encuentro cibernético, que había sido amoroso y espontáneo, afianzaba su idea que aquella frescura no había sido resquebrajada por el tiempo.
  Volvió de su viaje mental y se observó sentado en su silla mirando el ventanal. Su inercia se volvió acción cuando la vio entrar sonriente. Fue a su encuentro. Se abrazaron profundamente.
Se acabaron las dudas y temores. Allí estaban ambos.
Eran ellos mismos... y eso era todo lo que importaba.

mutandocerebro
taller literario
11/12/2012


miércoles, 14 de mayo de 2014

HOY SERÉ TUS PIES

Muy pronto me voy a España
dejando mi primavera,
concentrándose mi origen
entre dos marcas de tierra.

Allí deseo encontrarme
por los céfiros cruzada
de mi memoria reciente
de mi historia más lejana.

Allí anhelo descubrirme
en un árbol transformada,
con sus raíces en tierra
con sus ramas orientadas.

Cumpliendo un sueño perdido
quiero estar allí sin luto, 
el de tocar aquel suelo
con mis plantas al desnudo.

Asiré tu sueño al mío
y tuyos serán mis pies
para que acaricies la tierra
de tu "abuelito José".

Yo, seré la más feliz
escuchando tu suspiro.
Aunque todo sea un sueño,
sabré, estará cumplido.

ESPAÑA. 20/09/2012 - Fuí sus pies...
A mi madre
14/08/2012





  



                                



miércoles, 7 de mayo de 2014

EL JACINTO. ANÁLISIS Y CONCLUSIONES DE SU ANSIEDAD. PARTE II

Viene llegando el momento
en que el nudo se desarma.
Cada tripa va encontrando
el dedo que la desata.

La ansiedad todo lo invade
con gran escena montada.
Pero al llegar aquel dedo,
la revirada se raja.

Ella viene y se establece
sin pedir permiso y gracia
semejante a cualquier peste
se adueña de usted, cual plaga.

Póngala fuera de cuadro
¡yo sé bien lo que le digo!
Ella sólo quiere más.
Que sea su sometido.

¡La ansiedad lo va a matar!
es la expresión popular.
Hay que encontrar el remedio,
...y antes de tan cruel final.

(copla satírica)
parte II

sábado, 3 de mayo de 2014

EL JACINTO Y SUS ASUNTOS MODERNOS

Estaba yo muy enredao
con mis fieros pensamientos
me tenían prisionero
me dejaban sin aliento.

Todos ellos me atacaban
o hacían el intento.
Yo, luchaba por sacarlos
de mi cabeza,.. al viento.

Me cansé de todos ellos
y rogué pa´ detenerlos,
más el ruego mucho no hizo,
mejoraron por momentos.

¡Encontré otro camino!
y recurrí a un "mediador".
No tenía alternativa
entre mi cordura y yo.

 (copla satírica)
15/06/2012

viernes, 25 de abril de 2014

Ay...¡Aquella mujer!

Ay… ¡Aquella mujer! Estaba siempre presente en la vida de quienes la conocían! Era emocionalmente avasallante, besaba con convicción, lloraba sin ocultar, el insulto era el camino de la liberación, así como declarar su verdad. Su opinión era amplia sobre todas las cosas y estaba por encima de todas las demás.  Quienes la querían la llamaban Madreselva, apodo simpático que personificaba  a la invasiva enredadera de su propio patio metiéndose donde no debía. Contradecirla  ocasionaba una  guerra,  y el peor de los perjudicados era su marido. Aquel hombre era su continente, él administraba cautelosamente  las acciones desbordantes y grandilocuentes de su mujer. Su amor por ella,  sin lugar a dudas,  era lo que hacía posible semejante sacrificio.  Ay… ¡Aquella mujer! Sin esfuerzo alguno solía taladrar los cerebros ajenos sin percatarse siquiera por un instante que el suyo era el más perjudicado, pero siempre lo hacía con amor. Así entendía ella el amor, marcando el rumbo del cual estaba prohibido desviarse,  decretando y reglamentando. Aquél hombre, para aquietar su energía, solía tomar su rostro entre sus manos, besarla en la frente y luego acariciarle el pelo, no osaba brindar una sonrisa ante sus dichos por no ocasionar un mal entendido y una indeseable reacción. Ay… ¡Aquella mujer! que en su fibra más íntima y oculta sopesaba por instantes de calma lucidez la temible posibilidad de cansar a su marido.

 Sin poder guardar su perturbador pensamiento, aquel día,  fue hasta la cocina donde él se encontraba y  lo enfrentó... con su incontinencia verbal intimidándolo a que contestara su duda, entonces aquel hombre, una vez más volvió a tomar el rosto entre sus manos, beso su frente, acarició su pelo y sin preocuparse esta vez por mostrar una amplia sonrisa dijo sin preocupación: No estás equivocada. Después de eso armó su valija y ¡Ay, Ay!.. se fue escuchando los exabruptos de ¡Aquella mujer! 

lunes, 21 de noviembre de 2011

Contradicción, confusión y certezas.

 Quiero escribir acerca de esta molesta sensación que tengo, que me retuerce el estómago, me deja sin voluntad y  ni siquiera con inercia. Brazos caídos: mente en blanco  para no sentir, y cuando voy repuntando en el ánimo: mente activa para entender y dar razones a las lagunas de mi vida. Esas lagunas inundaron tanto mi tierra firme, que ya no es tal, y tampoco me deja ver donde estoy parada, me confunde. A veces pienso esta no es mi vida,  devuélvanme la mía! y otras tantas veo todo ese nuevo espejo de agua, que me da paz y ganas de subirme a  una canoa y descubrir todo ese espacio nuevo. Y pienso, bueno, por lo menos en algo no cambié. 
 Mis ciclotimias, o mis pensamientos contradictorios que pujan por ver cual de los opuestos ocupa más tiempo en mi cabeza, no ha cambiado. Pero finalmente los ignoro, ninguno se va a adueñar de mí, sólo tendrán su espacio cuando yo los necesite, o ellos logren apoderarse de mí. En tal caso si no decido cuando llegan, decido cuando se van o serán reemplazados.  
 Volviendo de mi divague, retomo el otro, el que me hace sentir distinta, rara, con las descripciones que cuento en un  principio, será el síndrome del nido vacío?. Qué sentirán otras mujeres que tengan mi misma edad y estén pasando por este mismo momento? Quisiera escuchar a alguien, a lo mejor para no sentirme la única culpable con mis sentimientos. Es decir, con sentirme feliz la mayor parte del tiempo sola, porque me da la libertad de hacer todo o nada, de no explicar o explicar, de moverme o no moverme si quiero. Es tan ilimitada esa libertad que no puedo dejar de desearla, aún cuando estoy con mis hijos. 
  Ellos son mis hijos, mis entrañables hijos, por los que todavía me desvelo, me preocupo,  atiendo,  acompaño, cocino, lavo, y ya nunca más plancho. Ellos siempre serán el amor más importante en esta tierra, el centro de mi universo, toda mi existencia fue para ellos. Mi existencia sin ellos hubiera tenido un sentido que por suerte no conocí. Pero estoy parada en este punto donde siento la tremenda contradicción o no? que mis hijos ya no son mis niños, los que querían escucharme, o abrazarme, o esperaban mi cuento o mi canto, mis caricias, mis abrazos, mis chistes, mis retos, sus aprendizajes. Sólo ahora que lo escribo reconozco cuán profundamente extraño mi familia. Aquella que fuimos siendo yo tan jóven, siendo ellos tan niños, siendo todos uno. Ahora se me da por llorar, definitivamente la extraño, y no lo había pensado así. Sólo pensé y retomo el pensamiento en cuánto cambia la vida. En cómo cambia el lugar, la posición de una madre, para la madre misma y para los hijos respecto de la madre. 
 Yo soy su madre, ellos mis hijos.  Seguimos siendo una familia, pero de adultos. No es lo mismo. No es tan hermoso cómo fue. No me puedo acostumbrar.  El nido tiene muchos años, sus ocupantes ya son grandes todos sin excepción. El nido no sucumbe, está en tierra firme, pero ya no hay niños, el nido está vacío. Esto es el sentimiento más tremendo y horrible que tengo. Hijos queridos hijos perdónenme. Tengo que aceptar que crecieron. Tengo que aceptar que el tiempo pasó. Tengo que aceptar que somos la misma familia con otras edades. Sea lo cruel que sean mis pensamientos o el tiempo, no voy a dejar que se adueñen de mí. El único dueño de mi vida, desde el instante mismo que nacieron fue el amor por ustedes. Es el amor que persiste y resiste los cambios. Es ese amor el que no va a a cambiar aún cuando llegue el cambio final de esta familia. La herencia la dejó mi madre,  yo como ella, su amor como el mío, va a estar más allá de los cambios, más allá de lo físico, mi amor va a trascender el tiempo y el espacio. Eso creo y espero con toda la fuerza de mi esperanza, equivocada o no, desafortunada o no,  es lo único que prevaleció, es lo único más importante en mi vida....

Escrito noviembre/2011

Pasó el tiempo "El nido no sucumbe, está en tierra firme y comenzó un nuevo ciclo. Ya dejó de estar vacío" 
Miércoles 21 de Agosto de 2024




viernes, 4 de noviembre de 2011

EL RÍO COMO LA VIDA

                                                  EL RÍO COMO LA VIDA

 

                                                      - Primera Parte-

  Tanta adrenalina desborda mi cuerpo.  Amo la osadía de Manuel, cuando me invita a disfrutar de la vida.  — Amo a Manuel—.  Estoy preparada para la aventura.  En una hora me pasa a buscar  y  partimos hacia el  río más peligroso de la zona. Éste, acunó a unos cuántos en su lecho torrentoso, y lo ha hecho con tanto esmero y egoísmo que nunca más los ha devuelto. Por lo menos con la vida que contaban.

  Nosotros somos jóvenes, pero nos tenemos mucha confianza.

  Llegamos hasta el puente que cruza  el río, bajamos hasta sus pilares apenas hundidos en el agua.  Desde aquí empezamos el viaje hacia donde más remolinos hay.  Atamos; a un tronco tirado en la orilla; la cámara inflada del camión que es nuestra embarcación. Nos tiramos de un salto como para embocar justo dentro y nos acomodamos en nuestro bote, ocupando el acuoso círculo.

   Ya estamos frente a frente y soltamos la amarra. ¡Somos tan felices, nada puede fallar!  Nuestro extravagante flotador empieza a girar con la corriente, gritamos y reímos  de la emoción, mientras cerramos los ojos para no marearnos y unos segundos después, paseamos enredados por su cauce emborrachándonos  con las sensaciones, el amor, la aventura y los sueños. ¿Qué más puedo pedir?

                                                    

                                                        -Segunda parte-

  Nos descuidamos y en la curva más violenta nos hemos dado vuelta.

  Semejante error, el Carcarañá, no nos ha perdonado. Estando en medio de la turbulencia, hundiéndonos, apareciendo y desapareciendo bajo el agua, dando manotazos enloquecidos, y creyendo que moríamos, mientras mi cuerpo se sobrecogía por el fin inminente, lo escuché decir con desesperación - ¡No te separes de mí! -.

                                                            

                                                       -Tercera parte- 

  Hemos sobrevivido. Nos salimos del cauce, pero quedamos en orillas  enfrentadas.

  Nos hemos gritado hasta enrojecer las gargantas, pero a pesar de los intentos, ninguno volvió a cruzar el río. Nos devolvió  la vida, pero no  la que teníamos.

  Ya pasó el tiempo y desde la ribera observo el río turbio.  Se lo ve diferente calmo y sin peligros. De vez en cuando le tiro una flor. Después de todo allí, lo que una vez fue, se ahogó.                                                       

                                                      

                                                        -Fin del amor-

 























                                              






















jueves, 27 de octubre de 2011

LA OFRENDA[i]



   Stefany, esperó ansiosa Hallowen. En la víspera deseó con intensidad la llegada del treinta y uno de octubre. Ya tenía doce años, pero desde que había comenzado a practicar ésta celebración, no podía entender porqué su necesidad  era cada vez más imperiosa. Se había transformado en un rito inevitable.  Al día siguiente se mantuvo su estado de ansiedad y tensión, de tal modo, que al  llegar la noche cayó en un profundo sueño.  Alguien la llamaba… ¡despiértate Gael!
 Se despertó sobresaltada al escuchar que la nombraban diferente. Era su madre con otro atuendo y en otra casa. -¡Gael despiértate! ¡Ha terminado la temporada de cosecha y comienza el año nuevo!-  Era algo inexplicable, pero Stefany en su sueño lograba comprender  con claridad a que se refería su madre y recordó el nombre que se le daba al nuevo año  - comienza el Samhain- se dijo.  El sueño se hizo profundo y no pudo distinguirlo.
  Mi querida Gael levántate ha llegado la estación oscura, debemos prepararnos  para celebrar el Samhain y recibir a nuestros muertos. Ambas trabajaron arduamente según la costumbre celta, vaciando calabazas obtenidas de su cosecha, las tallaron y las adornaron en su interior con velas, encendieron la hoguera y prepararon gran cantidad de comida. Como se reunirían esa noche con sus ancestros, debían ser cuidadosas para que ellos estuvieran a gusto. Eso sí, no debían olvidar dejar comida en la puerta,  para alejar a los malos espíritus.
 Gael - le dijo su madre - ve a colocar la comida fuera de la casa. - Sí madre- respondió Gael.  -Oye niña no olvides de ponerte el atuendo especial, ese tan tenebroso que te preparé con el que espantarás a los malos espíritus cuando salgas. Gael salió como ordenó su madre y en ese instante se le apareció un demonio. Yo soy Aamón – dijo con gesto maligno - y te he dado el conocimiento del pasado y del futuro.
  No es posible – respondió Gael con un hilo de voz - yo no lo conozco.  
  El demonio enojado, echó un halo de aliento pestilente sobre su cara, y en el acto Gael recordó su vida anterior – se vio a sí misma reclinada sobre una mesa, sosteniendo una pluma delante de alguien más temible que el demonio- había firmado el pacto con el diablo.
  Su alma ya no le pertenecía sólo contaba con los dones recibidos, a cambio Gael debería hacer una ofrenda todos los treinta y uno de octubre en cada una de sus vidas.   
Cuándo Stefany despertó, buscó su atuendo para el ritual, para los demás sería el disfraz de bruja.  Salió de su casa,  se mezcló con los otros niños, entre ellos estaba su ofrenda.  Se regodeó con el juego de hallowen golpeando puertas, mientras Aamón cómo testigo vigilaba el cumplimiento del pacto. Ninguno tenía intención de no cumplir con su deber.


[i]  Este cuento fue escrito por mutandocerebro para participar del concurso semanal de microcuentos de “Extravaganzia”.
  Tema del certamen: “Hallowen”

viernes, 21 de octubre de 2011

UNA MUJER SIN LAVARROPAS

La escena se desarrolla junto al teléfono en el living.... Chiquita marca un número. Del otro lado contestan.
-Service ofical Werepull buen día, en que puedo ayudarla?
-Buen día, lo llamo porque acabo de instalar mi lavarropas que ustedes arreglaron, pero no está funcionando...
-Cuándo lo arreglamos señora?
-Esta semana, supongo. En realidad lo lleve hace más de quince días y ahora lo acabo de retirar y no funciona.
-Aguarde un segundo señora.
-Si, espero
-Dígame señora el número de comprobante
- Si,el número es 000000000000575878589
- Bien, aguarde
- Si
- Me puede repetir el número?
- Mmmmmmmmsiiiiii 000000000000575878589
-Bien, me puede decir su nombre?
- Chiquita Grande-
-Si aquí está, se cambiaron los resortes y la placa de control y ahora qué problema tiene señora?
-No le digo? es que no funciona, no hace ningún ruido.  Por lo menos cuando se los lleve funcionaba, mal pero funcionaba. Y ahora cuándo pueden venir a verlo?
-Y.... va a tener que esperar señora.
-Pero cómo? Esperar cuánto?
-Y nosotros estaremos por su zona en una semana. La vamos a estar llamando.
-Pero cómo una semana? Recién lo retiro!
-Si pero va a tener que esperar.
-No por favor hablá con alguien a ver si lo pueden solucionar antes, yo lo necesito!
-Pero no creo que se pueda señora..- se pone el automático y repite como si fuera una grabación - Estaremos por su zona en una semana. La vamos a estar llamando
-Vos me estás escuchando? Te digo que recién lo retiro. También acabo de pagar el arreglo que salió una fortuna y el lavarropas no hace un sólo ruido.
El empleado duda por un segundo, entendiendo que la cosa se pone fulera, y antes que pueda decir nada, arremete Chiquita nuevamente.
-Por favor hablá con alguien y solucionen mi problema.
-Aguarde un segundo señora.
-Si
El empleado habla con alguien al que le está explicando la situación. Se olvida de colocar la musiquita en espera y Chiquita escucha la respuesta del otro, a los gritos
-No no no!.¡No se puede, va a tener que aguantarse!. ¡Lo habrá retirado hoy, pero decile que no, hasta la semana que viene no va nadie!,¡ lo habrá roto en el camino!. Todo sin la menor cortesía y a los gritos.
Chiquita con el tubo en la oreja,  a punto de derretirlo de la calentura que tiene.
-Hola señora?
y antes que el empleado pueda seguir Chiquita lo interrumpe. La calma se le fue a la mierda y reinó la furia.
-Decime quien es "ese" con el que estabas hablando!!
el empleado enmudeció..
- Pero quien se cree que es? yo llamo, en buenos términos,  para que me solucionen un problema que no tendría que tener, porque por eso pagué bastante, y a pesar que ustedes no hicieron su trabajo como corresponde, me quieren hacer esperar una semana más??!!! y encima dice que lo rompí en mi viaje??!! que  fui tan lento que parecía la tortuga manuelita en medio de la autopista para que llegue intacto, y sí! llegó intacto! tal cual lo dejaron ustedes!! sin funcionar!! sigue Chiquita enfurecida ...
Pasame con ese señor! quien es el dueño??!! el encargado? Pasame!
-No, no Señora va a ser peor!
-Sí va a ser peor! por todo lo que tengo para decirle!! Pasáme ese maleducado!
El empleado parece atemorizado pero no accede. Chiquita ante la negación amenza con llegarse hasta allá a que le devuelvan su dinero si no vienen  al día siguiente. Finalmente corta, está muy mala pero nunca insulta, no es su estilo cuando discute con otro.
Una vez que cuelga, ahora sí se siente liberada para insultar a los cuatro vientos...
No puede ser !! pero que hijos de mil puta!  cómo es posible que te maltraten así!!!  llora y grita ante la impotencia. Pedazos de mierrrda, y ahora que voy a hacer sin mi lavarropas! quince días renegando yendo y viniendo y ahora? pagué y me quedé sin lavarropas!!! dios mío mueran los soretes!!!  si tuviera un camión se los paro de frente al negocio y se lo tiro al carajo!! hijos de púuta.... mientras sigue llorando  y ofendida por el maltrato innecesario del que no la atendió. Era incomprensible ella estaba reclamando en buenos términos y ese desgraciado ya con la plata en el bolsillo, de lo que no había arreglado, la desbarrancó. Y a eso había que agregarle que no podía usar su lavarropas!! Desesperada y buscando consuelo llama al marido llorando de impotencia.
-No sabes lo que pasó!
-Pero que te pasa, que pasó? porqué lloras Chiquita??
-Pasa que fui a buscar mi lavarropas y cuando llego resulta que NO FUNCIONAA y además ya pagué y encima me quieren hacer esperar no se cuánto para venir a verlo y además me trataron como el culo!!
-Peroo.....por esos llorás??
-Y te parece poco? y yo como lavo ahora? otra vez renegando toda la semana?!!
-Bueno Chiquita, no es para tanto, es un artefacto si no anda! listo... llamalos y que lo vengan a buscar! y lavas de mi mamá o la llevas a un lavadero..
-Pero no entendes!! No quiero renegar! demoran otra semana!, además les dije que si no vienen mañana voy a buscar la plata.!!
-Bueno........mmmmm.. Llamalos y que lo vengan a buscar cuando puedan.! No podés hacer otra cosa.
- Al final te llamé para nada!!
-No te enojes Chiquita, no podés llorar así por un lavarropas!!  Sin decir palabra colgó el teléfono sintiéndose la mujer más incomprendida del mundo!
 Se hundió en una profunda angustia por lo sucedido y por lo que vendría. Se tomó el día para pensar en que haría.
 Al día siguiente en la mañana suena el teléfono. Chiquita siente en el cuerpo el mal día que paso ayer, atiende seria y tranquila .
-Hola
-Buenos días. Señora Chiquita Grande?
-Sí-
-La estamos llamando de Werepull, estaremos por su zona mañana. Ud. se va a encontrar en su casa.
-Sí
-Muy bien, antes de pasar por su casa la llamamos nuevamente.
-Bueno
--
-Hasta luego
-Adios
Al dia siguiente pasaron, lo arreglaron y por supuesto hicieron el intento de cobrar nuevamente, pero eso no sucedió. Chiquita mostró su factura de pago, les dijo que no pensaba pagar de nuevo en un tono muy sereno. Esto fue aceptado inmediatamente y se retiraron.

Una semana después Chiquita estaba repuesta y se preguntó si era normal tamaña reacción por el artefacto . Le complicaron la vida por más de quince días, pagó mucho, le devolvieron el lavarropas sin funcionar, la trataron mal y el marido minimizó la situación. Y pensó....quizá me equivoqué.......el pensamiento pasó fugazmente......y lo reemplazó con una simple, burda y contundente expresión....que se vayan a cagar.







miércoles, 19 de octubre de 2011

ES PROBABLE



Qué habrá pasado? o quizás haya que preguntarse que no pasó en esa vida? quien sabe? cada persona es un mundo y cada familia un universo! para quienes somos de mediana edad el mundo se nos dividió, en antes y después. Pero como cada uno es un mundo, ese antes y después puede ser muy diferente para cada uno. Posiblemente alguien pueda representarse en "mi anterior y posterior". Las cosas eran más simples, no había tanto para elegir, y cada cual en su lugar sin mirar al otro. Se puede generalizar en cero consumismo: nos arreglabamos con lo que se heredaba, sea lo que sea. Con  la ropa, no era ninguna práctica habitual comprar cada mes! ni mencionar electrodomésticos, ni autos o lo que fuera, que ahora esté en boga cambiar como los calzones.   Cero globalización: nuestro mundo globalizado era bien limitado, formado por la familia, y los vecinos del barrio incluyendo al almacenero y pará de contar. Cero comunicación, excepto con el circulo más directo o cercano, lo que pasaba al vecino no le tenía que importar a nadie, en el sentido de la discreción.  Ahora, si había la necesidad de solidarizarse, allí se estaba, ofreciendo una mano.  Creo que eso hizo que la vida fuera diferente, no sé si mejor....pero diferente. Por lo general pienso que el que puede adaptarse a los cambios consumistas, y aceptarlos como son, sin compenetrarse demasiado, y nunca olvidando quienes fuimos se puede llevar bastante bien con el presente. Es decir, no olvidarnos que pudimos vivir de modo austero,  y no por pertenecer a una clase social u otra, sino porque era una característica de la época, no existía la práctica constante del "mierda veo, mierda quiero". Es posible y bueno que podamos disfrutar de los grandes beneficios de este mundo moderno. Pero puede pasar que alguna gente haya olvidado nuestra época para aferrarse a la actual, y creer que  la vida es así, solo consumir para la satisfacción, prontamente insatisfecha. Y he aquí el quid de la cuestión, porque para una persona de mediana edad que no recuerda que la vida antes era diferente, que se aferró como único modo de vida al consumismo y a su exposición,  con el pasar de los años es probable, que los haya afectado. Es probable que la insatisfacción constante haya producido serios daños emocionales, y profundas huellas negativas..... es probable que el consumismo haya derivado en una explicable pero injustificada competencia que te desgaste el cerebro.... es probable que te hayas transformado en un eterno disconforme, en el que no puede disfrutar lo que tiene, porque cuando lo tiene está pensando en lo siguiente que desea adquirir, es probable que el cerebro comience a tener síntomas de insania cuando los otros tienen lo que vos no, es probable que eso te angustie, te enferme y te convierta en un ser despreciable, que te sientas insignificante ante quienes poseen el producto que ansiabas y no lograste, es probable que el consumismo te haya hecho desembocar en una vida de sólo apariencias. Es probable que sólo eso ocupe tu vida. Si es así, es probable que tu vida esté cagada. Que pena ..... a empezar de nuevo...nunca es tarde.